Organización Mundial de Salud: Organizaciones basadas en la fe y líderes de la fe

Traducción de la pagina Faith Based Organizations and Faith Leaders del sitio web de la Organización Mundial de Salud

Los líderes religiosos y organizaciones  basadas en la fe (FBO en su sigla en inglés) pueden desempeñar un papel importante en salvar vidas y reducir las enfermedades relacionadas con COVID-19. Son una fuente primaria de apoyo y consuelo para sus miembros.  A menudo más confiables que los gobiernos o las agencias de salud, los líderes de fe pueden compartir información de salud para proteger a sus comunidades que será más probable que sean aceptadas que de otras fuentes.

Al compartir medidas simples para prevenir COVID-19, las organizaciones de fe pueden promover información útil, reducir el miedo y el estigma, y proporcionar tranquilidad a las personas de sus comunidades.  Debido a que los líderes de fe se integran en sus comunidades a través del servicio y las redes compasivas, a menudo son capaces de llegar a los más vulnerables entre nosotros con asistencia e información de salud. En resumen, son un eslabón crítico en la red de seguridad para las personas vulnerables en sus comunidades.

 Consejo

Se aconseja a las organizaciones religiosas que lleven a cabo actividades de fe de forma virtual, en lugar de en persona, utilizando la tecnología disponible para mantener la comunidad y continuar la adoración.

 Recomendaciones para organizaciones religiosas para garantizar reuniones seguras (cuando esté permitido)

Siga las orientaciones locales, regionales y nacionales con respecto a si se permiten grandes reuniones, como servicios, bodas y funerales, basadas en la difusión de COVID-19.

Si se les permite proceder con reuniones seguras, las organizaciones religiosas deben:

  • Reunirse con algunas personas, en lugar de sesiones llenas de gente.
  • Educar a sus miembros/comunidades sobre medidas clave de protección contra COVID-19.
  • Fomentar la higiene de las manos frecuente y cuidados respiratorios en todo momento.
  • Asegurar un distanciamiento seguro en todo momento: al menos 1 metro (3 pies) de distancia entre los miembros de la comunidad, incluyendo asientos o de pie de los participantes en los servicios de fe y aquellos que ingresan, asisten y salen de los espacios de adoración.
  • Evitar el contacto entre las personas que asisten a los servicios religiosos y el contacto de objetos litúrgicos y comunales.
  • Limpie con frecuencia los espacios de culto, los lugares de peregrinación y otros edificios con desinfectante.
  • Llevar a cabo ceremonias seguras, incluidas prácticas de entierro seguras.
  • También se aconseja a las organizaciones religiosas que lleven a cabo actividades de fe de forma virtual, en lugar de en persona, utilizando la tecnología disponible para mantener la comunidad y continuar la adoración.
  • Las organizaciones religiosas deben fortalecer la salud mental y la resiliencia de sus comunidades manteniendo a las personas conectadas e identificando maneras seguras de que los miembros puedan ayudar a los demás.